Hablar de Hosting web, alojamiento o alojamiento web es lo mismo, más allá de un juego de palabras o un cambio de idioma, cualquiera de los nombres se refiere al uso de un espacio en la web para alojar una determinada cantidad de información que al ejecutarse, dan como producto una página web identificada con un dominio, por lo que en palabras breves, se trata de simplemente el espacio que ocupa una página en la web.
Sin embargo, no todas las páginas son iguales, ya que cada una tiene metas y objetivos distintos que se trazan al comienzo del proyecto, por lo que entre el análisis de costo y la fijación de los objetivos finales o a largo plazo, se decide qué tipo de alojamiento tendrá y cómo se va a estructurar su esqueleto a nivel informático y/o virtual.
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Qué hosting usa una web
Determinados los objetivos y la cantidad de dinero a utilizar, los tipos de hosting pueden ser:
- Alojamiento gratuito: El más limitado y básico de todos, al utilizar tus propios recursos físicos y no permitir gran parte de las acciones requeridas en una página
- Alojamiento por donación: A diferencia del primer caso, este web hosting recibe donaciones para su soporte, actualización y optimización constante, teniendo como principal característica no contar con anuncios de la web.
- Alojamiento compartido: Es la plataforma ideal para aquellos que comienzan en su negocio, sin embargo, al usar un espacio compartido por miles o millones de usuarios, están expuestos a que el error de uno de ellos los afecte a todo, teniendo en cuenta que el programador será el responsable de los permisos que puedan generar esas fallas.
- Alojamiento de imágenes: Busca sólo guardar imágenes, por lo que espacios como Freepick (herramienta de diseñadores) estarían en este uso hipotéticamente, en el que sí hay anuncios web dentro de su funcionamiento.
- Alojamiento de vídeo: Aunque funciona casi igual al de imágenes, es importante considerar que un alojamiento de video debería ser exclusivo, ya que este recurso multimedia utiliza mucho ancho de banda y es por esto que espacios como Youtube o Wistia ofrecen sus servicios.
- Alojamiento de correo corporativo: Dedicado sólo a correos electrónicos, permiten el uso de este tipo de herramientas con detalles como filtros por nombre o spam para maximizar su espacio. Gmail y Outlook son los ejemplos más grandes.
- Alojamiento revendedor (reseller): Aunque finalmente dependen de un servidor dedicado, estos alojamientos cuentan con gran espacio y ya pertenecen a una persona que en este caso, sería el revendedor.
- Servidores virtuales (Virtual Private Server, VPS): Diseño y programación se unen a este espacio mediante una máquina virtual que simula ser una real, por lo que estaría teniendo mayor espacio y velocidad en su servicio.
- Servidores dedicados: Al igual que en el caso del servidor compartido, estamos ante la posibilidad de ubicarnos en el mismo servidor que muchas personas, sin embargo, a un costo mayor, ya que esta vez arrendamos la máquina que funciona como servidor. Pero en contraparte, no corremos con gastos de mantenimiento ni programación, simplemente alquilamos el servicio de alojamiento.
- Servidores dedicados administrados: Es un servidor dedicado con la ventaja de recibir órdenes, por lo que no será necesario la contratación de un programador experto, en este viene incluido el servicio.
- Alojamiento web en la nube (cloud hosting): Por medio de una conexión de varias computadoras para un mismo fin, permite utilizar una nube como alojamiento del servicio solicitado.
Dadas las tantas opciones, contratar el servicio de empresas como HWPeru es la mejor opción.
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