Desde que la era digital nos arropó de manera definitiva, los conceptos de la web abundan en nuestros días y vocabulario, casi de manera natural salen a hacerse parte de nuestras conversaciones y de hecho, de nuestras necesidades, por lo que es importante manejar determinada información en ello.
Entre estos conceptos, está el de hosting web o almacenamiento, que para entender su funcionamiento debemos tomar en cuenta determinadas cosas como:
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Hogar, cumple con la función de brindar un espacio a las páginas web que todos los días navegamos, un servicio que cumplen nombres Amazon, mediante empresas como HWPeru; es el lugar en el que las máquinas o CPU que cumplen la función de servidor, están conectados a internet para brindar el servicio necesario; ancho de banda, es la capacidad de navegación que posee la conexión del centro de datos, inicialmente la más alta disponible para que no haya problemas al momento de navegar o utilizar los recursos de cada página; dirección IP, es el nombre programático de tu página, al identificación virtual dentro de la web; dominio, es el nombre alfanumérico que se le da a la dirección IP, para hacerlo legible al público usuario de tu página.
Cómo crear un hosting web
Una vez teniendo estos conceptos en la memoria, procedemos a lo importante, la creación de este Hosting.
Lo primero es contar con una gran cantidad de CPU (en serio, una cantidad enorme) con gran espacio de almacenamiento, sabiendo que siempre serán utilizados para otras personas y otras finalidades, por lo que no podrás entrar en ellos ni siquiera para abrir el Facebook o revisar tu correo, esto literalmente no es tuyo, aunque te pertenezca.
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Luego viene la conexión a internet, que debe ser mucho mayor a la común en los hogares, recuerda que estarás prestando servicio a una gran cantidad de personas que quieren una página y por cada página, una cantidad incalculable de otras personas que lo visitarán, pudiendo ser una o un millón, de manera que no sabes el movimiento específico que tendrá cada segundo.
Ahora procede a la selección de servidores o máquinas, donde establecerás un grupo para los hosting dedicados, otro para los compartidos y así para cada estilo. En estos casos, lo recomendable y lo común, es comenzar con un solo tipo de servidor y en base a ello, expandirte primero en cantidad y después en variedad, para establecer buen servicio en lugar de volumen desde el comienzo.
Y ahora a programar. La programación ya irá en base a las peticiones de cada cliente, por lo que explicar qué debes hacer, sería infinito y hasta cierto punto, aburrido para ti. Pero, sí hay algo importante en este punto y no es precisamente físico o material, el programador.
Sería recomendable el hecho de contar con un programador para cada tipo de lenguaje, al menos para los más comerciales y demandados, así como para cada tipo de alojamiento que quieras construir, con esto, tendrás cada espacio resuelto y t propio hosting creado.
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